[…]
Siempre tuya.
Arrugó
el papel y lo lanzó contra el suelo. Una miserable carta a modo de despedida
para decirle que lo abandonaba.
[…]Querido
Luis, siento usar este medio tan cobarde para decirte esto. Llevo tiempo
dándole vueltas y he llegado a la conclusión de que […]
Paseaba
nervioso por el salón. Marcó su número.
“El
teléfono al que llama está apagado o fuera de cobertura”.
-¡Maldita
sea!
Nunca
imaginó, cuando salió de casa aquella mañana, después de dormir abrazados y amanecer
uno al lado del otro, fundidos en el deleite del placer, después de los te
quiero… que al regresar encontraría una nota. Una miserable nota cargada de
verdades que le demostraban la mentira que había sido su vida.
[…]
Estoy enamorada de ti. Eso no lo dudes. Por eso debo alejarme. Te quiero
demasiado, tanto que me quema por dentro. No sé cómo demostrarte cuánto te amo.
Perdona mi ignorancia, pero no sé hacerlo mejor. Creo que te mereces […]
-¿Enamorada?
¿No se supone que el fin es permanecer al lado de la persona amada?
Al
otro lado del teléfono seguía respondiéndole la automatizada voz del
contestador. Necesitaba oírla. Tal vez fuese una broma. ¡No podía abandonarlo
así!
[…]
Algo mejor. Mejor que yo. Que pueda dedicarse enteramente a ti. Sin miedos ni
complejos o limitaciones. Sé que tal vez te duela. Por ti, por mí. No quiero
que sufras. Yo estaré bien, y tú pronto encontrarás a alguien que te quiera […]
-¿Alguien
qué me quiera? Yo quiero que me quieras tú. ¿Miedos? ¿Complejos? ¿Limitaciones?
¿Qué se le había pasado por la cabeza? Tal vez hubiese otro. Sí, esa era la
explicación más lógica.
[…]
de verdad. Me voy en paz porque me llevo un trocito de ti muy dentro y que
permanecerá conmigo de por vida […]
-¿Un
trocito de mi? Me deja, ¿y pretende que me crea que no me olvidará jamás?-. Su
furia aumentaba.
[…]Sólo
espero que tenga tus ojos. Siempre tuya.
-¿Qué
tenga mis ojos? ¿Acaso estaba…? ¿Voy a ser padre y me abandona?
Luis
lloraba en la soledad de una casa con olor a abandono, con sonido a engaño y
sabor de impotencia, la pérdida de la mujer a la que amaba y del hijo que no
conocería, pero que tal vez tuviera sus ojos.
Precioso como siempre, Ay que ver cuanto talento tiene ese corazoncito. Un abrazo muñequita.
ResponderEliminarLindo como tu, linda. Como todo lo que haces, tienes tanta belleza en el corazon que todo lo que creas es hermoso. Un abrazo
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