No quiero llorar. Me lo prometí. Te lo prometí. No
quiero llorar porque las lágrimas son signo de debilidad, y a ti no te gustan
las débiles ni a mí ser vulnerable.
Así que cuando llegue el día, cuando te vea partir, cerraré los ojos y abriré el corazón para que se expanda y llegue allá donde tú estés.
Me sentirás cerca y yo latiré al son de tus amaneceres, ya lejanos y fríos, sin el eco de mi risa y el sabor de tu paciencia. Sin los rayos de luz que se colaban por la ventana y juguetones morían entre nuestras sábanas, despertándonos. Despertando la pasión latente de tus buenos días.
Respiraré.
Intentaré guardar tu olor a amor verdadero en cada poro de mi piel donde tantas veces acampó la tuya. Y me sentiré agradecida de haberle ganado la batalla al miedo.
Soñaré.
Soñaré con un mañana cercano, con un reloj con las agujas a mi favor y la certeza de volver a verte.
Caen lágrimas.
Caen lágrimas que quieren huir contigo.
Escapar. Acompañarte en el camino.
Guiarte.
Guiarte en esos senderos perdidos e indicarte dónde no debes pisar, para evitar que alguna mina destruya nuestro futuro.
Convertir los disparos en una dulce melodía y las granadas en explosiones de flores.
Hacerte luchar en una guerra de corazones y firmar la paz con besos.
Llega el día y te vas.
Aprieto fuerte los dientes y finjo estar bien.
Te miro a los ojos.
Me veo en ellos.
Me abrazas.
Me niego a dejarte ir.
Me besas.
Me pierdo en tus labios.
Sonrío.
Sonrío porque te vas a salvar al mundo, o a parte de él.
Sonrío porque eres feliz con ello...y yo...yo lo soy contigo.
¡Buen viaje!
Así que cuando llegue el día, cuando te vea partir, cerraré los ojos y abriré el corazón para que se expanda y llegue allá donde tú estés.
Me sentirás cerca y yo latiré al son de tus amaneceres, ya lejanos y fríos, sin el eco de mi risa y el sabor de tu paciencia. Sin los rayos de luz que se colaban por la ventana y juguetones morían entre nuestras sábanas, despertándonos. Despertando la pasión latente de tus buenos días.
Respiraré.
Intentaré guardar tu olor a amor verdadero en cada poro de mi piel donde tantas veces acampó la tuya. Y me sentiré agradecida de haberle ganado la batalla al miedo.
Soñaré.
Soñaré con un mañana cercano, con un reloj con las agujas a mi favor y la certeza de volver a verte.
Caen lágrimas.
Caen lágrimas que quieren huir contigo.
Escapar. Acompañarte en el camino.
Guiarte.
Guiarte en esos senderos perdidos e indicarte dónde no debes pisar, para evitar que alguna mina destruya nuestro futuro.
Convertir los disparos en una dulce melodía y las granadas en explosiones de flores.
Hacerte luchar en una guerra de corazones y firmar la paz con besos.
Llega el día y te vas.
Aprieto fuerte los dientes y finjo estar bien.
Te miro a los ojos.
Me veo en ellos.
Me abrazas.
Me niego a dejarte ir.
Me besas.
Me pierdo en tus labios.
Sonrío.
Sonrío porque te vas a salvar al mundo, o a parte de él.
Sonrío porque eres feliz con ello...y yo...yo lo soy contigo.
¡Buen viaje!
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