Este blog será nuestro punto de encuentro, en él se unirá la magia, los sueños, la luna y la literatura. ¿Por qué la luna? Porque es mi hogar. ¿Por qué la literatura? Porque es como único entiendo la vida.

sábado, 14 de febrero de 2015

Queridos ex amores, ex amantes

Queridos ex amores. Ex amantes.
(Que aunque no muchos, bien reza el dicho: "Lo bueno si breve, dos veces bueno").
No sé si es porque Cupido anda revoloteando por el ambiente, impregnándonos de amor e ilusión. Acaramelando nuestras decepciones y susurrándonos al oído que tal vez este San Valentín seremos "por fin" flechados correctamente... O es la sonrisa de la gente que me está ablandando las ganas. 
Quizá sea el peso de los años que le resta importancia a los "daños"... O sencillamente los puntos de sutura no se "descosen" con tanta facilidad.
Puede que incluso con el frío de las ausencias se hayan convertido en escarcha mis sentimientos. 
Sea por lo que sea hoy me acordé de ustedes. 
Aparecisteis en mi memoria como una melodía de las que te elevan la consciencia. Y con los recuerdos comencé a danzar al ritmo de las bandas sonoras de la película de nuestros amores, dividida en varias partes.
Empezó como una comedia romántica; mucho amor, largos paseos bajo la luz de la luna llena, sexo a deshoras y mi carcajada o la tuya ante cualquier chiste pésimo. Sonaba entonces "Lollipop" de Mika.
Avanzaba ante mis expectantes y dilatadas pupilas un film de ciencia-ficción. Intrigas, mentiras, traición. Amenizado por "Trhiller" de Michael Jackson.
Por fin el desenlace, convertido en drama. Escenas de celos, palabras mal sonantes, despedidas, lágrimas, desamor y olvido. De fondo "Someone like you" de Adele.
Olvido.
Un largo y oscuro camino, traicionero por zonas, que te hace volver al punto de partida.
Tus brazos.
Que provocan peligrosas reconciliaciones que duran lo que dura el paso de una estrella fugaz, dejándote el sabor de su polvo amargo. 
Y así, como espectadora de mi vida, de nuestros amores, termino de ver nuestra película con una sonrisa. 
El ánimo se calma.
El corazón se dilata.
Me invade una enorme sensación de paz y gratitud.
Y mis labios, desenroscados de los de ustedes, pronuncian esa mágica palabra.
GRACIAS.
Gracias por quererme o mal quererme. ¡Ya da igual!
Gracias por dejarme quererte o mal quererte.
¡Lo siento!
Gracias por las noches de insomnio y las de hermosos sueños.
Gracias por tu pecho.
Por tus besos.
Tu risa.
Por ti.
Gracias por ser una de las piezas del puzzle que me compone.
Por intentar hacerte hueco.
Por encajar.
Por quedarte.
Por dejar huella.
Gracias por las lecciones.
Por los "te quiero".
Por los sueños.
Por el futuro...ya incierto.
Gracias por acompañarme en mi crecimiento personal.
Por intentar conocerme.
Por empujarme a que lo hiciera yo.
Gracias por sacarme sonrisas tontas.
Gracias por la ilusión.
Y la desilusión.
Gracias por ser parte de mi historia.
Y yo de la tuya.
Gracias por hacerme débil.
Para luego volverme fuerte.
GRACIAS.
Porque sin ustedes no sería lo que soy.
Una mujer que se ha caído: una, dos, tres...no sé cuántas veces, para volver a levantarse.
Más mujer.
Más sabia.
Más humana.
Una mujer que te ama por ser quien fuiste.
UNA MUJER QUE SE AMA POR SER QUIEN ES.